¡Hola vaquer@! Si me acompañas hasta el final de esta guía para recorrer el Buckskin Gulch, vas a descubrir uno de los lugares más apasionantes de la costa Oeste de Estados Unidos, de los más bellos y espectaculares. Pero también, uno de los lugares más duros que hemos explorado en el oeste americano. Por eso, te voy a mostrar 3 formas de visitar el Buckskin Gulch, para que elijas la manera que más se adapte a ti y no te quedes sin ver el cañón de ranura más largo del mundo.

Esta obra de arte que la madre naturaleza a tallado en la línea que separa los estados de Utah y Arizona con tormentas eléctricas, inundaciones y crecidas repentinas, taladrando cañones y gargantas espectaculares, son conocidos como “slot canyon”, cañones de ranura. El más famoso de todos es el Antelope Canyon, que con sus dos secciones, el Upper y el Lower, lleva mucho tiempo dejando boquiabiertos a miles y miles de viajeros.

Pero recorrer el Buckskin Gulch es como jugar en la NBA para un jugador de baloncesto, correr el Tour de Francia para un ciclista o jugar la Champions League para un futbolista. Por eso y debido a su dureza, no resulta atractivo comercialmente. Sus 32 kilómetros de longitud obligan a hacer noche en el interior del cañón a todos los que se aventuran a explorarlo finalizando el recorrido a la mañana siguiente. Pero nosotros hemos descubierto que se puede recorrer el Buckskin Gulch en un día.

No te despegues de la pantalla y echa un vistazo al vídeo que he preparado para adelantarte lo qué puedes ver en Buckskin Gulch. Luego, continua hacia abajo para descubrir la guía para recorrer Buckskin Gulch con todos los datos de la caminata, el relato de nuestra experiencia paso a paso con un montón de fotografías espectaculares y una excursión de CIVITAITS por Bucksking Gulch de 7 horas para no preocuparte de nada.

🗺️ DATOS DE LA CAMINATA DEL BUCKSKIN GULCH

🧗‍♀️ DIFICULTAD

Buckskin Gulch no es una caminata técnica, pero está clasificada como extenuante debido a su longitud y los obstáculos que hay que ir sorteando. No puedes programar y estudiar la caminata para que todo salga a la perfección, porque Buckskin Gulch es un paisaje que cambia su fisonomía constantemente debido a las crecidas que arrastran troncos, ramas, rocas y todo lo que encuentran en su camino, siendo siempre una aventura diferente.

Aún así, cualquier persona que tenga una  preparación adecuada puede recorrer el Buckskin Gulch. Esta caminata es larga y agotadora, pero no requiere conocimientos técnicos de barranquismo. Solo se necesita una simple conciencia del lugar adónde nos vamos a adentrar, saber dónde están tus límites y tener mucha determinación.

Puedo asegurarte que, recorrer el Buckskin Gulch en mi último viaje por la Costa Oeste de Estados Unidos ha sido una de las mejores aventuras que he podido completar en toda mi vida. Uno de esos episodios que recordaré como si de una distinción militar colgara de mi pecho para siempre.

🏃‍♂️ DISTANCIA

El Buckskin Gulch tiene 32 kilómetros de recorrido lineal, por lo que se necesita un automóvil al comienzo y otro al final del sendero o contratar un transfer para dejar tu coche al final y que el servicio de transporte te lleve al comienzo del sendero. Así lo hicimos nosotros y al acabar la caminata llegamos al punto donde dejamos nuestro coche.

🚙 OPCIONES PARA EL TRANSFER

El precio de un transfer para hacer el traslado desde el White House Campground al Wire Pass es de 100$. El precio es por grupo. Es decir, que cuesta cien dólares seáis 2, 3 o 4 personas, siempre que viajéis juntos. Puedes contratar tu transfer en los siguientes portales de internet:

• Grand Staircase Discovery Tours
• Paria Outpost
• Seeking Treasure Adventures

⏱️ TIEMPO APROXIMADO

Para recorrer Buckskin Gulch necesitas 12 horas o 2 días, si pasas la noche dentro del cañón. Contratando un transfer hemos podido completar el recorrido del Buckskin Gulch en un solo día. Creemos que cargar con la tienda de campaña, sacos de dormir, agua y comida para dos jornadas, solo hubiera frenado nuestra marcha. 

🚰 CANTIDAD DE AGUA PARA LLEVAR

Para recorrer Buckskin Gulch necesitas 3 o 4 litros de agua. Hay 2 fuentes naturales que manan agua potable en la zona de la confluencia del Buckskin Gulch con el río Paria. Pero no están señalizadas y es muy arriesgado ir pensando ellas. Beber agua del sitio equivocado en un lugar tan remoto, puede ser una mala idea.

🚽 BAÑOS

Hay baños al principio del recorrido en Wire Pass Trailhead y al final en White House Campground.

🥾 ESTA CAMINATA CONSTA DE 3 PARTES

• El Wire Pass (2,7 kms)
• El propio Buckskin Gulch (18,8 kms)
• El cañón del río Paria (11,3 kms)

⏳ TIEMPOS

• 45 min. – Wire Pass hasta la confluencia con el Buckskin Gulch.
• 4 h 15 min. – Buckskin Gulch hasta Middle Point.
• 2 h – De Middle Point a Rock Jam.
• 1 h 15 min. – De Rock Jam a la confluencia con el río Paria.
• 3 h 30 min. – De la confluencia del río Paria hasta White House Campground.

🗺️ GEOLOCALIZACIÓN DE LOS PUNTOS DE CONTROL

• Wire Pass (37°01’12.3″N 112°01’20.5″W)
• Middle Point (37°01’52.2″N 111°55’18.3″W)
• Confluencia del Buckskin Gulch con el río Paria (37°00’05.0″N 111°51’57.0″W)
• White House Campground (37°04’40.9″N 111°53’24.1″W)

⚠️ PELIGROS QUE PUEDES ENCONTRAR EN BUCKSKIN GULCH

🐍 SERPIENTES: Cuidado con las serpientes de cascabel. Nosotros no vimos ninguna, pero dicen que es muy normal verlas en el cañón. Se trata de una especie muy pequeña, de unos 40 cms de largo y difícil de ver. Si las escuchas tintinear su cascabel, puede ser tarde.

🤕 TORCEDURAS: Hay muchas secciones que se camina sobre piedras redondas donde es muy fácil sufrir una torcedura en el tobillo. Por eso, los palos de senderistas son imprescindibles para mantener el equilibrio. También fueron imprescindibles para tantear el fondo de las piscinas de barro.

🏊 PISCINAS DE BARRO: Hay secciones donde las ondulaciones de las paredes engranan de manera que los rayos de sol nunca llegan al fondo del cañón, caminando por momentos totalmente a oscuras. Otras donde las balsas de agua no llegan a secarse en todo el año. 

Por tanto, prepárate para mojarte y embarrarte. Así que lleva ropa de secado rápido y mete en bolsas de plástico todo lo que lleves dentro de tu mochila. El número y la profundidad de las piscinas dependen de la lluvia que haya caído los días anteriores. Puede que solo encuentres balsas de agua que no superen las rodillas o puedes atravesar piscinas de agua hasta la cintura.

En estas situaciones los palos de senderista son esenciales, puesto que no sabes dónde pones el pie. Los charcos de barro también son súper resbaladizos, pero con los palos de senderista se cruzan sin mayor problema. 

🪨 TAPONAMIENTOS: Hay taponamientos de roca que con paciencia y buscando la mejor alternativa se superan sin mucho esfuerzo, pero hay uno que ha quedado para siempre, se llama Jam Rock o mermelada de roca en español. Allí han instalado una soga con nudos por donde descender los casi 5 metros de altura que hay de desnivel. 

Pero no siempre está la soga allí, así que si no quieres pasarlo mal, lleva la tuya propia o reza para que el «agujero de ratón» que hay bajo el Jam Rock no se haya tapado con alguna crecida en la temporada de lluvias y puedas pasar por debajo del taponamiento para dejar atrás el obstáculo más importante de todo el recorrido.

🌧️ LLUVIA: Lo más importante de toda la planificación es comprobar el parte meteorológico, que no debe haber la más mínima amenaza de lluvia, ya que esta grieta se inunda fácilmente con el agua que recoge de cualquier tormenta que pueda producirse en un radio de 100 kilómetros, convirtiendo el Buckskin Gulch en una trampa mortal. Las paredes de esta grieta superan en todo momento los 30 metros de altura, alcanzando en algunas secciones los 80 metros de profundidad. Se trata de un pasillo de 32 kilómetros donde solo hay una vía de escape en caso de inundación.

🌞 CUÁNDO ES EL MEJOR MOMENTO DEL AÑO PARA RECORRER EL BUCKSKIN GULCH

La mejor fecha del año para recorrer el Buckskin Gulch es junio, cuando los días del año son más largos y te permiten hacer esta caminata en una jornada. En junio se dan los cielos más despejados de toda la temporada en el sur de Utah y Arizona, algo que es imprescindible para no correr riesgos dentro de la grieta.

En verano hace bastante calor y los estrechos corredores del Buckskin Gulch son el lugar perfecto para hacer una excursión al resguardo de los rayos de sol. Pero a medida que avance el verano el riesgo de inundación por tormentas repentinas sube bastante.

El mejor punto donde comprobar el pronóstico del tiempo para recorrer el Buckskin Gulch es en el Paria Ranger Station. Nosotros fuimos allí el día antes de nuestra expedición y nos atendió una ranger que nos mostró los radares meteorológicos y nos dio el visto bueno para hacer la excursión. Consulta aquí la previsión meteorológica de la región del Buckskin Gulch, así como el caudal del río Paria y las condiciones de la ruta antes de la caminata.

🎫 CUÁNTO DINERO CUESTA UN PERMISO PARA RECORRER EL BUCKSKIN GULCH

PERMISO DE USO DIARIO

Si vas a recorrer el Buckskin Gulch en un solo día no necesitas hacer ninguna reserva, simplemente hay pagar una tasa de 6$ por persona en la página web de www.recreation.gov para obtener un permiso que debes imprimir por duplicado. Una copia la debes poner en el parabrisas de tu coche cuando lo dejes aparcado en el aparcamiento de Wire Pass. Y la segunda copia, debes llevarla consigo.

Durante nuestra última aventura por el Oeste americano, el sistema de pago era manual. Tuvimos que extraer un sobre de un dispensador metálico que había en el aparcamiento del comienzo del sendero, introducir 6 $ de la tarifa de uso diario, rellenar nuestros datos, recortar la solapa del sobre para ponerla en el parabrisas del coche e introducir el sobre con el dinero en el buzón metálico. Pero ya lo han modernizado con la página www.recreation.gov

PERMISO DE ACAMPADA

Si por el contrario vas a acampar dentro del cañón necesitarás uno de los 20 permisos que se dan a diario en la web de la Oficina de Administración de Tierras de Arizona. Los permisos se liberan con 4 meses de antelación a las 12 pm MST (hora en Arizona) del día 1 de cada mes sin loterías ni sorteos. Solo tendrás que pagar 5 $.

🧭 CÓMO LLEGAR AL BUCKSKIN GULCH

Buckskin Gulch forma parte del Monumento Nacional de Vermillion Cliffs, la meseta donde se encuentran la famosa ola petrificada The Wave o los preciosos remolinos de White Pocket. Justo por debajo de la línea que separa los estados de Utah y Arizona. 

Las poblaciones más cercanas al Buckskin Gulch son Kanab y Page, conocidas por la amplia oferta de lugares a explorar. Dos poblaciones perfectas para dormir antes y después de visitar el Buckskin Gulch. Visita las páginas para saber dónde dormir en Page y dónde dormir en Zion, donde tienes mis mejores recomendaciones para dormir en Kanab.

Se puede acceder a Buckskin Gulch por 3 vías diferentes:

1️⃣ Wire Pass: Éste es el punto más popular para comenzar la caminata. Se encuentra en el camino de House Rock Valley Road, conduciendo 13 kms después de abandonar el asfalto de la carretera 89. Te dejo la localización de Google Maps aquí.

2️⃣ White House Campground o Trailhead: Si tienes pensado completar los 32 kilómetros del recorrido del Buckskin Gulch, empezarás dejando tu coche aquí. El camino que lleva hasta el aparcamiento del White House comienza en el mismo punto donde se encuentra el Paria Ranger Station. Te dejo también la localización de Google Maps aquí.

3️⃣ Middle Point: Es el menos utilizado, aunque debería ser al revés, porque da acceso al Buckskin Gulch desde la mitad de su recorrido. Los caminos para llegar a Middle Point no están muy bien señalizados y son muy remotos. Además, también necesitarías dos coches o pagar un transfer porque entrarías y saldrías del Buckskin Gulch por lugares diferentes y distantes entre sí. Te dejo la localización de Google Maps aquí.

🏃🏻3 FORMAS DE RECORRER EL BUCKSKIN GULCH

Buckskin Gulch en 2 DÍAS

Es la manera más popular entre los senderistas experimentados, que no les molesta cargar con una gran mochila equipada de tienda de campaña, saco de dormir y agua suficiente para dos jornadas. Haciendo noche en el interior del cañón, puedes dividir el recorrido de Buckskin Gulch en dos partes y además, tendrás la posibilidad de explorar el cañón del río Paria más allá de la confluencia.

Buckskin Gulch en 1 DÍA

Ésta es la forma en la que nosotros completamos la caminata de 32 kilómetros por el Buckskin Gulch. Recuerda que se necesitan 12 horas de luz para completar el recorrido en una sola jornada, por lo que tendrás que elegir el mes de junio o julio, con los días más largos del año.

Contratar una excursión de CIVITATIS

Se trata de la mejor opción para no complicarte la vida. Civitatis a preparado 3 formas de recorrer Buckskin Gulch con guías expertos de Kanab, haciendo una excursión de un día donde no necesitarás ningún transporte adicional, ya que empezarás y acabarás en el mismo lugar. Todas incluyen la recogida y el traslado de regreso a tu hotel en Kanab.

– Ruta por Wire Pass con Civitatis

Es el recorrido más fácil y rápido para visitar Buckskin Gulch. Accederás al cañón por la ruta por Wire Pass y al llegar a la confluencia con Buckskin Gulch, entrarás de lleno en el cañón de Buckskin Gulch para caminar dentro 45 minutos. Esta excursión completa dura 7 horas.

– Ruta por Buckskin Gulch

Este recorrido comienza Buckskin Gulch desde el inicio, sin atajar por Wire Pass. Incluye la exploración a las cúpulas de arena más próximas a North Coyote Buttes, así como los diferentes petroglifos que se pueden ver en esta área natural. Esta excursión completa dura 7 horas.

– Ruta por Wire Pass + Buckskin Gulch

Esta excursión es la más completa, puesto que recorrerás el Wire Pass, llegando a la confluencia y entrando hasta las entrañas del Buckskin Gulch. Esta modalidad tiene una duración total de 10 horas.

🎒 DESCRIPCIÓN DE NUESTRA CAMINATA

Salimos de Kanab a las 5:30 am de la madrugada camino del White House Campground, el punto donde terminaremos el día. Allí dejamos nuestro Jeep y un transfer que contratamos por internet nos recoge a las 6:30 am para llevarnos al Wire Pass, la ranura por donde entraremos al Buckskin Gulch. 

La conductora del transfer nos pide por adelantado los 100 $ del traslado y volvemos al asfalto para llegar al Wire Pass. Una vez allí, tomamos un sobre del dispensador que hay en el parking para dejar los seis dólares de la tarifa de uso diario que hay que pagar por entrar y salir del Backskin Gulch en la misma jornada. Un chollo al alcance de la mano de cualquiera y a muy pocos kilómetros del parque de atracciones que los indios navajos tienen montado en Antelope Canyon.

1ª ETAPA – WIRE PASS

Comenzamos a caminar a las 8:00 am desde el parking del Wire Pass, el mismo punto donde se deja coche aparcado para visitar la Ola The Wave y compartimos paseo con otros senderistas que venían en nuestro transfer. El camino es un cauce pedregoso que poco a poco se va estrechando hasta convertirse en una grieta en la roca por donde entramos al Wire Pass.

Wire Pass es un desfiladero de 2,7 kilómetros que recorremos para entrar en Buckskin Gulch acortando su recorrido y así poder abordar esta aventura en un solo día. Aparte de ser una atajo, Wire Pass es un bonito adelanto de todo lo que nos espera más tarde, puesto que se trata de una grieta con secciones por donde apenas podemos pasar.

Rápido encontramos la primera piedra en el camino. Una roca encallada en la grieta del Wire Pass con una caída que no supera los dos metros de altura, pero que sin ninguna equipación se convierte en un desnivel insalvable. Las piedras acumuladas y la estrechez no permiten un salto limpio. Pero la camadería que existe entre los senderistas facilita el descenso con troncos secos que algún día dejaron allí para que otros podamos seguir sus pasos sin arriesgar demasiado.

Cuando nosotros pasamos por allí en 2019 no había más que troncos, pero ahora hay una escalera de madera de forma permanente que suponemos que los guías de la excursión para recorrer Buckskin Gulch de Civitatis han instalado para facilitar el descenso a un rango de personas con menor movilidad. Lo cual facilita la vida al resto de senderistas. Te dejo nuestra foto y otra con la escalera que unos amigos viajeros me han enviado.

2ª ETAPA – BUCKSKIN GULCH

A medida que nos acercamos a la confluencia del Wire Pass con el Buckskin Gulch las paredes ganan altura y nos van enterrando poco a poco. Cuando por fin llegamos a la confluencia de Wire Pass con Buckskin Gulch, el reloj marca las 8:50 am. Allí el camino se abre y volvemos a ver la luz del sol. Justo antes del cruce de cañones, se pueden ver en la pared de roca unos pictogramas ancestrales de los amerindios con el borrego cimarrón que venían a cazar.

En este rincón nos alcanzan los chicos de nuestro transfer que venían pisándonos los talones. Y sorprendentemente, una familia con dos peques nos adelantan y se adentran en Buckskin Gulch dándonos la seguridad que aporta la compañía de otros senderistas, aunque su vestimenta nos deja entrever que rápido los encontraremos de vuelta.

Nosotros respiramos hondo, miramos la apertura que conduce al Buckskin Gulch, activamos el podómetro para tener una referencia del camino recorrido y empezamos a caminar por una grieta donde nadie vendrá a rescatarnos en caso de accidente, salvo el rato que vayan por delante la familia, porque nuestros compañeros de transfer tomarán un ritmo que hará que no los volvamos a ver hasta el final del día.

Ahí adentro no tendremos cobertura ni conexión GPS. Solo sabemos que por delante nos separan 30 kilómetros para llegar a nuestro coche. Sabemos que este reto lo vamos a tener que afrontar solos y empezamos a hacer uso de los bastones de senderistas para mantener el equilibrio caminando sobre el lecho de rocas acumulado en el fondo de la grieta, sembrado de piedras redondas que van avanzando con cada crecida.

Esquivamos bastantes charcos de barro que se secarán en pocos días y encontramos uno de los borregos cimarrones sin vida que venían a buscar los indios de la zona. No sabemos si habrá entrado por la grieta y no supo salir muriendo por inanición o fue arrastrado desde la parte superior en alguna tormenta repentina. Lo cierto es que no lleva mucho tiempo allí. Puedes verlo en nuestro vídeo del canal de Youtube de ViajeCostaOeste.

Las paredes ganan altura y el fondo pierde anchura siendo cada vez más angosto. El zigzag que va dibujando el Buckskin Gulch hace que su posición con respecto al sol cambie constantemente, dejando en cada curva que los rayos penetren iluminando las paredes del cañón con colores dorados, naranjas y rojos que nos hacen disfrutar mirando hacia arriba continuamente.

Hacemos cientos de fotografías intentando no frenar nuestra marcha, puesto que llevamos muy presente que por delante hay treinta kilómetros por recorrer. Pero es inevitable parar una y otra vez. No salimos de nuestro asombro. ¿Cómo puede haber un lugar tan precioso, de forma salvaje donde solo te piden seis dólares para poder disfrutarlo durante veinticuatro horas? Mientras medio mundo paga cien dólares por treinta minutos en Antelope Canyon a solo una hora de allí.

Es cierto que en el Buckskin Gulch no encontramos la sutileza que tienen las paredes de Antelope Canyon. Pero esa belleza queda reducida a la nada debido al torrente de turistas con los que compartes excursión. En Buckskin Gulch nos sentimos viajeros, exploradores y aventureros en vez de turistas estresados por una fotografía que es imposible no compartir con un extraño.

Pasamos bajo nidos de ramas y troncos que se han formado haciendo un tapón a varios metros de altura. Miramos boquiabiertos hacia arriba mientras pasamos debajo imaginando ese pasillo inundado por un torrente salvaje. Y empezamos a vadear charcos que ya no podemos esquivar dejando el calzado mojado para el resto del día.

A las 10 am el cañón vuelve a abrirse tomando una anchura de unos treinta o cuarenta metros, dejando que el sol caliente nuestro cuerpo a medida que seguimos avanzando. Estos espacios hacen que el camino a seguir no sea monótono y nos dan un respiro observando que no todo el recorrido es claustrofóbico.

Y cuando vuelve a estrecharse, vuelve a multiplicar su belleza y además, de forma diferente, con láminas de roca uniforme que suben verticalmente superando seguramente los cincuenta metros de altura. Estas planchas de roca no permiten suaves curvaturas en el recorrido y cada giro que el Buckskin Gulch dibuja es pronunciado y radical. Ahora el pasillo que vamos recorriendo no es tan reducido y el sol puede seguir penetrando con facilidad iluminando secciones que parecen la entrada al paraíso.

A las 11 am volvemos a encontrar un taponamiento que frena nuestra marcha. En esta ocasión es una roca de casi tres metros de altura. Sus irregularidades y la pared sobre la que se apoya facilitan su escalada para superar el obstáculo sin que suponga ningún contratiempo, lo cual es celebrado como una pequeña victoria, porque somos conscientes que cualquier percance que retrase nuestra marcha, puede suponer una pérdida de tiempo crucial para terminar con luz la caminata.

El cañón vuelve a estrecharse como al principio, volviendo a tener las curvaturas que le hacen parecerse al Antelope Canyon, pero con paredes que ganan tanta altura que nos hacen cruzar secciones donde nunca penetran los rayos de sol. Caminamos a oscuras inconscientes del peligro que ello conlleva en un lugar donde podemos encontrar fácilmente una serpiente que corte en seco nuestra aventura.

Hay secciones donde ver una «bicha» no supondría más que apartarse de su camino para continuar cada uno por su lado. Pero si escuchásemos el siseo de una serpiente o su cascabel en una sección donde no pudiéramos verla, haría que tuviéramos que volver por donde hemos venido, puesto que no sabríamos dónde se encuentra para poder sortearla. Y lo malo de volver atrás no es que tuviéramos que abortar la excursión. Si no que volveríamos al inicio del sendero y nuestro coche se encuentra al final. Por suerte, no hubo ni rastro de ellas.

Empezamos a vadear balsas de agua estancada que en alguna ocasión nos llegan por la cintura. Los bastones de senderistas están siendo imprescindibles, puesto que no sabemos dónde ponemos los pies y sería imposible mantener el equilibrio sin ellos. Aitor empieza a tiritar, ya que algunas piscinas no llegan a secarse en todo el año y su temperatura es bastante baja.

La profundidad del cañón en esta sección no permite que los rayos de sol penetren hasta el fondo y empieza a hacer frío. Al principio resultaba gracioso cruzar los charcos mojándose el calzado con la viscosa sustancia llegando incluso hasta la rodilla. Pero cuando toca nuestras partes íntimas, deja de ser gracioso. Suponemos que las serpientes de cascabel no son muy amigas del medio acuático. Pero es solo una suposición, porque no sabemos nada de ellas y hemos cometido la imprudencia de no informarnos al menos de cómo actuar en caso de mordedura.

Intentamos saber nuestra localización con el GPS del móvil, pero no hay manera. Miro los pasos que llevamos dados y calculo que debemos estar llegando al Middle Point, que no es la mitad del recorrido pero así lo tienen marcado en los mapas los yanquis.

Poco después llegamos a Cesspool, una piscina de barro con nombre propio marcada en el mapa del recorrido al no secarse nunca. El caso es que estamos cruzando tantas balsas últimamente que ya no sabemos si se trata de la famosa Cesspool o no. En una de ellas recogemos los palos de senderista, las cámaras y todo lo que llevamos en las manos. La profundidad de la piscina nos obliga a cruzar con la mochila sobre la cabeza.

A las 2 pm llegamos al Middle Point, donde hacemos una pausa para comer unos sandwiches. Observo el punto por donde podríamos escapar del Buckskin Gulch, puesto que se trata del único punto por donde podríamos salir del cañón en caso de emergencia. Y me doy cuenta de que a pesar que la inclinación e irregularidades de las paredes en Middle Point podrían aprovecharse para salir de Buckskin Gulch, necesitaríamos mucha destreza para subir a la superficie.

Nos ponemos de nuevo en marcha, pero mucho más expeditivos y parando estrictamente lo necesario. Cruzamos secciones angostas con puntos muertos donde hay que caminar algunos pasos sin ver la luz que nos precede, ni la que esperamos ver delante de nosotros. Superamos taponamientos que cada vez nos obligan más. Pero avanzamos sin parar porque el paisaje empieza a ser repetitivo y nos damos cuenta de que más tarde o temprano encontraremos el Jam Rock que nos frenará en seco y nos hará perder demasiado tiempo.

A las 4 pm llegamos al Jam Rock, otro de esos puntos bautizados en el mapa del recorrido del Buckskin Gulch. Se trata del taponamiento más serio de todo el recorrido con una caída de casi cinco metros de altura. Nos asomamos y vemos que el duro invierno ha gastado las sogas que suele haber para descender. Ahora no llegan al fondo y no hay manera de bajar a no ser que saltemos al vacío. También hay unas hendiduras talladas en la roca para introducir la punta del pie, pero no hay ningún asidero ni nada donde echar mano para que el cuerpo no se venza hacia el vacío.

Empiezo a ponerme bastante nervioso, porque si volviéramos atrás tendríamos que andar más de lo que queda para terminar y además, no llegaríamos al punto donde se encuentra nuestro coche. Gracias a Dios y cuando los nervios me dejan pensar un segundo, recuerdo que en uno de los vídeos que vi en Youtube, unos excursionistas no sorteaban el Jam Rock por encima, sino por debajo. Pasando por un agujero que llamaban Hole Rabbit.

Así que bajo hasta la base de la irregular montaña de rocas que taponan nuestro paso y encuentro sin mucho esfuerzo el famoso agujero. Respiramos hondo, nos tranquilizamos y empezamos a disfrutar del paisaje sin la tensión que transportábamos en la mochila sabiendo que el Jam Rock ha sido superado.

A partir de aquí el Buckskin Gulch cambia su fisonomía. Ya no hay estrechos corredores con paredes onduladas subiendo hasta el cielo. La vaguada se abre aumentando su anchura hasta los cincuenta metros con bancales de tierra donde vuelve haber vegetación se abre paso.

Estos bancales de tierra elevados aparecen en el mapa como “Safe Campsite”. Es decir, lugares seguros donde hacer noche. Estos depósitos de tierra van ganando altura con cada crecida. Una de esas que no dejaría títere sin cabeza aquí adentro. Pero no siempre son crecidas monstruosas y la mayoría de las veces solo son torrentes del agua de tormentas que el Buckskin Gulch recoge. Flujos circunstanciales que los campistas pueden evitar mientras duermen haciendo noche al resguardo de la altura que proporcionan estos pequeños vergeles que crecen en el interior de la grieta.

Las paredes en este punto se elevan superando los ochenta metros de altura. La grandiosidad de las rocas y su intenso color rojo recuerdan a otros cañones de mayor renombre, como el Glen Canyon. Cada vez hay más humedad y todo el lecho del cañón está empapado. Esto nos parece broma comparado con las tazas de chocolate que hemos cruzado hace unas horas. El entorno es precioso, ya que la vegetación de los bancales de tierra contrasta dentro del corredor rojizo por donde transitamos. La garganta ya no es tan revirada y tiene rectas con perspectivas más distantes.

3ª ETAPA – PARIA CANYON

A las 4:30 pm llegamos a la confluencia donde abandonamos el Buckskin Gulch y nos adentramos en el curso del río Paria. Un cambio de dirección que nos lleva directos a nuestro coche, que se encuentra aparcado en White House Campground. Otro momento de alegría, puesto que a pesar de las inclemencias del terreno, no nos hemos retrasado demasiado y seguimos sin ver ni un solo reptil.

Empezamos a viajar hacia el norte por la garganta donde fluye el río Paria. Aquí ya hay un caudal reconocible de agua de color arcilla, pero no estancada. Lo cual se agradece, porque aunque está coloreada, su densidad denota mucha más limpieza. Vadeamos el curso del río en multitud de ocasiones y no llega más allá de la rodilla en ningún momento.

Y lo hacemos en infinidad de veces para ir acortando el serpenteo que el cauce hace dentro del propio zigzagueo de la garganta. Las paredes del cañón del río Paria son diferentes a las del Buckskin Gulch. El tono aquí cambia hacia un rosado salmón manchado por el óxido de las rocas que desde la zona superior dibuja chorreras como si en algún momento hubieran querido derretirse. Este entorno no deja de entusiasmarme a pesar de toda la roca que llevamos vista.

A las 5 pm pasamos por Slide Rock, un peñasco enorme que encontramos en medio del cañón del río Paria. Por suerte, aquí no es obstáculo alguno. No se sabe muy bien su procedencia, porque su tamaño no coincide con ninguna muesca donde parezca haberse desprendido. Amenaza con tumbarse para siempre, pero mientras tanto sigue apoyado en la pared del cañón reproduciendo un arco por donde nos gusta pasar.

A las 6 pm el cauce abandona los estrechamientos de roca y el sol martillea sobre nuestras cabezas. Los más de 10 kilómetros que hay desde la confluencia donde abandonamos el Buckskin Gulch hasta el White House Campground se nos hacen eternos. Y aunque el paisaje de teepees de roca que rodea el río Paria es espectacular, solo queremos llegar al coche.

Tocando las 8 de la tarde por fin vemos en el horizonte brillar fuera del cauce del río Paria las protuberancias de roca blanca que nos indican la posición del White House Campground. Hay que visualizar estas formaciones para saber cuando salir del cauce del río Paria. De lo contrario podríamos seguir cauce arriba pasando de largo el camping del White House.

Así que por fin, doce horas después llegamos al punto donde todo comenzó al amanecer. Los campistas que allí aguardan para hacer noche nos regalan miradas congratuladoras porque saben el esfuerzo que acabamos de hacer. De donde venimos solo hay un camino y ellos se preparan para recorrerlo a la mañana siguiente.

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